JAVIER PINAR - POEMAS
AUTORRETRATO PERFECTO
Esta huesuda imagen
de mis penas sostén y de mis gracias
famélica figura aquí presente,
éste que patentiza
la alteración tallada en el desorden
del templo de la carne,
esta reproducción del desacierto,
este patrón de irregularidades
y escultura de asimetrías llena,
cuerpo en la matemática del cálculo inexacto,
éste que ven delante y se describe
sólo puedo ser yo ―bien para ustedes―,
caricatura en cuero
que asume su imperfecta geometría;
si alguna vez encuentran parecidos
es pura coincidencia.
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Dibujo de Gregorio Antolín
CREPITACIÓN DEL AGUA
Es la tarde y la sombra de febrero.
Las lluvias precipitan
sus rítmicas tertulias de desmayos
contra el fino cristal de la terraza.
No queda nada más que abandonarnos
a esa líquida lengua
que alfombra una ciudad oscura y triste
y asumir el cansancio
rindiéndonos a este pregón de nubes
que empapa la rutina de las calles.
Las luces de los faros se despiertan
pintando hilos de plata en el asfalto
y dibujando espejos en los charcos
de una memoria rota y compartida.
Es la tarde y hay ecos
fingiendo nuestro tiempo detenido,
quizá donde la música
sobre el viejo paraguas de mi padre
incendiaba la vida
con ese húmedo crepitar las horas
haciendo propias todas las tormentas.
Aún no ha acabado el día de repatriar fantasmas
y ya revela su postal perfecta,
impresa en blanco y negro,
en las marcas del agua.
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